Más viviendas para el NEA !
jueves, 15 de mayo de 2008
PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE FIRMA PARA LA INICIACIÓN DE OBRAS HABITACIONALES DEL NORESTE ARGENTINO (NEA)
Muy buenos días a todos y a todas: realmente hoy es un capítulo más en lo que yo denomino redistribución del ingreso, no solamente con carácter social, sino también con carácter geográfico. Porque la inequidad en la Argentina no solamente es una inequidad social, es también una inequidad regional y donde realmente tenemos testimonios de esta inequidad es en el NOA y NEA argentinos.
Por eso hoy, en esta nueva etapa del Plan Federal II de nuevas viviendas y de soluciones habitacionales, "soluciones de vida" como les digo yo para el Noreste argentino, estamos apuntando precisamente a quebrar esa desigualdad social y territorial que nos ha dado un país muchas veces injusto, un país en el cual no pretendemos que todos sean iguales, pero sí que tengan igualdad de oportunidades, porque en eso consiste básicamente la igualdad.
Sabemos que no todos somos iguales, unos trabajan más, otros trabajan menos, unos pueden poner más esfuerzo, menos esfuerzo, más inteligencia o menos inteligencia, pero me parece que una sociedad es justa no cuando son todos iguales, una sociedad es justa cuando todos tienen las mismas oportunidades de alcanzar los bienes y servicios sociales de salud, de vivienda, de educación que permitan la movilidad social ascendente, y en esto hemos fallado los argentinos, fundamentalmente quienes tienen responsabilidad o han tenido históricamente responsabilidades no solamente al frente de las instituciones públicas, sino a partir de todas las instituciones del país, públicas y privadas, gubernamentales y no gubernamentales.
El gran desafío es este, darles a todos los argentinos la oportunidad, vivan aquí en la Capital en la ciudad de Buenos Aires o en Jujuy, en Misiones, en el Chaco, en Corrientes o en Entre Ríos que tengan la misma oportunidad en materia de educación, de salud, de vivienda, y esto no ha sucedido. Hay regiones que por sus características y por un desarrollo que viene desde el fondo de la historia, tampoco creamos que un país tan desigual, desarrollado en forma tan inequitativa es una cuestión de 2, 3 ó 4 décadas, viene de 200 años de viejas luchas, de muchos enfrentamientos que han dado como resultado esta desigualdad en el desarrollo cuya consecuencia es la desigualdad entre los ciudadanos argentinos, los del país profundo y los del país central. Revertir esta desigualdad es clave, es el desafío de poder ingresar la Argentina en un siglo XXI diferente.
Hace unos instantes estuve reunida con los dirigentes de la Cámara Argentina de la Construcción, en el marco de los encuentros que venimos desarrollando con distintas instituciones para lograr el acuerdo del Bicentenario. Me decían ellos la cantidad de pequeñas y medianas empresas de construcción nuevas que tienen afiliadas a esta Cámara Nacional. ¿Por qué? Porque la obra pública que se hace con fondos nacionales se hace en forma descentralizada, tanto para las obras de carácter productivo como para las obras fundamentalmente de carácter social, escuelas, viviendas, que permiten descentralizar todo, la ejecución, la licitación, permiten la participación de las pequeñas y medianas empresas constructoras del interior y entonces dinamizan a las regiones.
Creo que esto ha sido una de las claves, no solamente la obra pública sino como ha sido pensada, planificada y ejecutada, como un instrumento también de justicia, desarrollo y distribución regional.
El otro día, cuando inauguré la escuela "Éxodo Jujeño" en Jujuy me recibieron dos mujeres, la dueña de la empresa con su hija y con sus nietos, una pequeña mediana empresa constructora de Jujuy que era la que había hecho ese colegio fantástico, y me recibió con su hija, con sus nietas y sus obreros. Todos con el casco y reconociendo este esfuerzo del Gobierno nacional de descentralizar equitativamente la ejecución, licitación, conformación que es manejada por los gobiernos provinciales y municipales y donde el Gobierno nacional únicamente lo que hace es remitir los fondos para que puedan ser pagados a las empresas.
Esta metodología, no solamente la obra pública en sí, es la que ha permitido entonces el surgimiento de muchas pequeñas y medianas empresas regionales con lo que esto significa en materia de generación de puestos de trabajo y de recursos tributarios también para las propias provincias, porque esas empresas tributan también a las provincias y los municipios tributan donde se desarrollan; si son solamente las grandes empresas nacionales, como tienen todas domicilio en la Pampa Húmeda o en la gran Capital tributan únicamente para la Pampa Húmeda o la gran Capital. Esto también es revertir estructuralmente un modelo de país centralizado no solamente en las decisiones sino en las oportunidades de generar riqueza y trabajo. La distribución del ingreso es entonces no solamente un compromiso social sino también un compromiso territorial. La distribución del ingreso social, geográfico y territorial son las claves del desafío que todos los argentinos tenemos para este siglo XXI y este acuerdo del Bicentenario en el cual estamos trabajando.
Yo les agradezco la presencia hoy de todos ustedes y también quiero convocarlos una vez más como siempre a seguir construyendo, a seguir haciendo, a seguir trabajando. Solamente con trabajo, con ideas y con ejecución de esas ideas y de ese trabajo se puede avanzar y progresar. Una familia, un municipio, una provincia y en definitiva todos nosotros, la Nación Argentina. (APLAUSOS)
Muchas gracias y muy buenos días. (APLAUSOS)
Muy buenos días a todos y a todas: realmente hoy es un capítulo más en lo que yo denomino redistribución del ingreso, no solamente con carácter social, sino también con carácter geográfico. Porque la inequidad en la Argentina no solamente es una inequidad social, es también una inequidad regional y donde realmente tenemos testimonios de esta inequidad es en el NOA y NEA argentinos.
Por eso hoy, en esta nueva etapa del Plan Federal II de nuevas viviendas y de soluciones habitacionales, "soluciones de vida" como les digo yo para el Noreste argentino, estamos apuntando precisamente a quebrar esa desigualdad social y territorial que nos ha dado un país muchas veces injusto, un país en el cual no pretendemos que todos sean iguales, pero sí que tengan igualdad de oportunidades, porque en eso consiste básicamente la igualdad.
Sabemos que no todos somos iguales, unos trabajan más, otros trabajan menos, unos pueden poner más esfuerzo, menos esfuerzo, más inteligencia o menos inteligencia, pero me parece que una sociedad es justa no cuando son todos iguales, una sociedad es justa cuando todos tienen las mismas oportunidades de alcanzar los bienes y servicios sociales de salud, de vivienda, de educación que permitan la movilidad social ascendente, y en esto hemos fallado los argentinos, fundamentalmente quienes tienen responsabilidad o han tenido históricamente responsabilidades no solamente al frente de las instituciones públicas, sino a partir de todas las instituciones del país, públicas y privadas, gubernamentales y no gubernamentales.
El gran desafío es este, darles a todos los argentinos la oportunidad, vivan aquí en la Capital en la ciudad de Buenos Aires o en Jujuy, en Misiones, en el Chaco, en Corrientes o en Entre Ríos que tengan la misma oportunidad en materia de educación, de salud, de vivienda, y esto no ha sucedido. Hay regiones que por sus características y por un desarrollo que viene desde el fondo de la historia, tampoco creamos que un país tan desigual, desarrollado en forma tan inequitativa es una cuestión de 2, 3 ó 4 décadas, viene de 200 años de viejas luchas, de muchos enfrentamientos que han dado como resultado esta desigualdad en el desarrollo cuya consecuencia es la desigualdad entre los ciudadanos argentinos, los del país profundo y los del país central. Revertir esta desigualdad es clave, es el desafío de poder ingresar la Argentina en un siglo XXI diferente.
Hace unos instantes estuve reunida con los dirigentes de la Cámara Argentina de la Construcción, en el marco de los encuentros que venimos desarrollando con distintas instituciones para lograr el acuerdo del Bicentenario. Me decían ellos la cantidad de pequeñas y medianas empresas de construcción nuevas que tienen afiliadas a esta Cámara Nacional. ¿Por qué? Porque la obra pública que se hace con fondos nacionales se hace en forma descentralizada, tanto para las obras de carácter productivo como para las obras fundamentalmente de carácter social, escuelas, viviendas, que permiten descentralizar todo, la ejecución, la licitación, permiten la participación de las pequeñas y medianas empresas constructoras del interior y entonces dinamizan a las regiones.
Creo que esto ha sido una de las claves, no solamente la obra pública sino como ha sido pensada, planificada y ejecutada, como un instrumento también de justicia, desarrollo y distribución regional.
El otro día, cuando inauguré la escuela "Éxodo Jujeño" en Jujuy me recibieron dos mujeres, la dueña de la empresa con su hija y con sus nietos, una pequeña mediana empresa constructora de Jujuy que era la que había hecho ese colegio fantástico, y me recibió con su hija, con sus nietas y sus obreros. Todos con el casco y reconociendo este esfuerzo del Gobierno nacional de descentralizar equitativamente la ejecución, licitación, conformación que es manejada por los gobiernos provinciales y municipales y donde el Gobierno nacional únicamente lo que hace es remitir los fondos para que puedan ser pagados a las empresas.
Esta metodología, no solamente la obra pública en sí, es la que ha permitido entonces el surgimiento de muchas pequeñas y medianas empresas regionales con lo que esto significa en materia de generación de puestos de trabajo y de recursos tributarios también para las propias provincias, porque esas empresas tributan también a las provincias y los municipios tributan donde se desarrollan; si son solamente las grandes empresas nacionales, como tienen todas domicilio en la Pampa Húmeda o en la gran Capital tributan únicamente para la Pampa Húmeda o la gran Capital. Esto también es revertir estructuralmente un modelo de país centralizado no solamente en las decisiones sino en las oportunidades de generar riqueza y trabajo. La distribución del ingreso es entonces no solamente un compromiso social sino también un compromiso territorial. La distribución del ingreso social, geográfico y territorial son las claves del desafío que todos los argentinos tenemos para este siglo XXI y este acuerdo del Bicentenario en el cual estamos trabajando.
Yo les agradezco la presencia hoy de todos ustedes y también quiero convocarlos una vez más como siempre a seguir construyendo, a seguir haciendo, a seguir trabajando. Solamente con trabajo, con ideas y con ejecución de esas ideas y de ese trabajo se puede avanzar y progresar. Una familia, un municipio, una provincia y en definitiva todos nosotros, la Nación Argentina. (APLAUSOS)
Muchas gracias y muy buenos días. (APLAUSOS)
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