Cristina Fernández de Kirchner 28 de Octubre del 2007
Buenas noches argentinas, buenas noches argentinos: quiero agradecer la presencia de todos ustedes aquí; quiero comunicarles a todos los argentinos, a todas las argentinas que Argentina ha votado, Argentina votó y nos ha dado a todos los hombres y a todas las mujeres que hemos intervenido en esta elección un lugar; todos tienen un lugar.
Hemos ganado ampliamente, tal vez con la mayor diferencia entre la primera fuerza y la segunda desde el advenimiento de la democracia. Pero esto, lejos de colocarnos en alguna posición de privilegio, al contrario, nos coloca en el lugar de mayor responsabilidad y mayores obligaciones por la confianza que nos han depositado los argentinos y las argentinas.
Quiero esta noche desde aquí, convocar a todos los hombres y a todas las mujeres de nuestra patria, a los que nos han votado, a los que no lo han hecho, a todos los argentinos.
Hace poco más de cuatro años y medio, los argentinos vivíamos situaciones difíciles de fragmentación, enfrentamientos. Al hombre que hoy me acompaña y que ha sido mi compañero de toda la vida, el compañero de toda mi vida, le tocó asumir la Presidencia de la República en circunstancias muy diferentes a las que hoy tenemos los argentinos; circunstancias económicas, sociales y también políticas e institucionales, porque lo hizo con escaso nivel de representación popular a partir de que se frustró el mecanismo constitucional. Pero la idea no es retrotraernos a lo que ya fue.
Yo quiero convocarlos a lo que tenemos que seguir haciendo ahora los argentinos, porque desde aquel 25 de mayo de 2003, hemos avanzado mucho, hemos crecido, hemos reposicionado al país, hemos comenzado un combate sin tregua contra la pobreza, contra la desocupación, contra todos aquellos males que tanto dolor y tanta tragedia trajeron a todos los argentinos.
Por eso, en esta noche, quiero convocarlos a todos, sin rencores, sin odios, el odio hace mal, el odio no construye, el odio solo destruye, inclusive a todos aquellos que tal vez, no se sabe por qué, por distintas razones pudieron agraviarnos o descalificarnos en este proceso electoral, queremos también a ellos tenderles la mano, porque es necesario reconstruir el tejido social e institucional de los argentinos. Los argentinos nos merecemos de nosotros mismos un mejor relato, no solamente para nosotros, sino para el mundo.
Sueño con que este, nuestro país, pueda ser visto no solamente por nosotros mismos sino también desde otros lugares, como una patria en la cual podamos volver los argentinos, aún con diferentes puntos de vista, aún con diferentes ideas, a aportar a la construcción del conjunto.
Por eso también, quiero agradecerle a Julio Cobos, a los hombres y mujeres de la Concertación Plural, este espacio que pudimos construir superando tal vez viejas antinomias, experiencias de frustración y hasta experiencias de autodestrucción, que muchas veces los partidos nacionales, populares y democráticos no se sabe por qué, parecemos empeñados en querer repetir viejas historias.
Por eso fue esta decisión de la Concertación Plural, porque sabemos que es necesario aún profundizar los cambios y que para ello es necesario sumar a la mayor cantidad de argentinos y argentinas a esta tarea.
Por eso, con la misma responsabilidad con que abordamos un 25 de mayo de 2003 la reconstrucción de un país que parecía imposible, no me canso de repetirlo, si alguien pudiera relatar en el 2003 esta Argentina que tenemos hoy, seguramente lo hubieran tratado de demagogo. Pero lo hemos hecho, argentinos, y esto no es patrimonio ni de un espacio político, ni de un hombre, ni de una fuerza, es el esfuerzo conjunto de todos los argentinos, trabajadores, empresarios, estudiantes, obreros, intelectuales, mujeres, jóvenes.
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