domingo, 25 de mayo de 2008

Palabras de la Presidente en su visita al Partido de Lanus!


Palabras de la Presidenta en su vistia al partido de Lanús. !

jueves, 03 de abril de 2008

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, DRA. CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER DURANTE SU VISITA AL PARTIDO DE LANÚS, PROVINCIA DE BUENOS AIRES.

Quiero contarles, argentinos y argentinas, hombres y mujeres del conurbano bonaerense, la alegría que siento cuando veo nuevamente a los jóvenes argentinos, a las mujeres cantar con orgullo y emoción el himno nacional argentino agitando las banderas de la Patria (APLAUSOS). Siento realmente, argentinos y argentinas, que estamos construyendo un nuevo tiempo, un nuevo país, donde hemos vuelto a sentir el orgullo de ser argentinos, de defender lo nuestro.
Ayer me tocó recordar, junto a nuestros veteranos de Malvinas el día de ellos y de los muertos en Malvinas, y recordaba mi vida, en aquellos días en el Sur y les contaba ayer, a esos hombres que fueron a combatir, a esos hombres uniformados que fueron a defender, allá lejos, nuestro patrimonio territorial que cuán grande habían sido nuestros fracasos, que qué nos había pasado, que cuántas veces, argentinos y argentinas, nos había derrotado porque a toda la derrota militar siempre le precede una derrota cultural, política y económica, y así estábamos los argentinos descreídos de nuestras propias fuerzas, de nuestra propia capacidad para construir la Patria.
Nos cambiaron la cultura del trabajo y del esfuerzo por la de la especulación, nos hicieron creer que era más importante cómo nos veían de afuera que cómo éramos realmente nosotros. Y entonces, después de tantas derrotas y de tantas frustraciones ver nuevamente, como me tocó ver, el otro día, en nuestra histórica Plaza de Mayo, a miles de jóvenes, de mujeres, de hombres ancianos. (APLAUSOS)
Pero permítanme hablar de las mujeres y los jóvenes porque son siempre los que primero sufren las frustraciones y las desilusiones. Yo digo cuando somos capaces, nuevamente, de volver a convocar a los jóvenes y somos capaces, nuevamente, de convocar a las mujeres estamos empezando a transformar a la Patria.
Y yo vi, en esa Plaza, el otro día, lo pude percibir, no sólo con mis ojos, no sólo con la lectura que puede hacer la inteligencia, sino con la que hace el corazón, que es la más importante, que los argentinos hemos recuperado la fe en nosotros mismos y que estamos dispuestos a defender nuestra Patria y este modelo económico, político, social y cultural, que a partir del año 2003, ha instalado en la Argentina un círculo virtuoso que ha permitido que millones de argentinos y argentinas, hayan vuelto a recuperar el trabajo y la dignidad, la esperanza del mañana. También vi a miles de hombres y mujeres, de la tercera edad, que parecían abandonados de la mano de Dios y que por primera vez, después de muchos años vuelven a ser centro y sujeto de las decisiones que toma un Gobierno Nacional. (APLAUSOS).
Porque esto es lo importante, argentinos y argentinas, cuáles son las miradas, cuáles son los intereses, cuáles son en definitiva los objetivos que tiene un Gobierno cuando toma cada decisión. Yo lo explicaba, el otro día: uno debe mirar al conjunto, debe mirar a lo largo y a lo ancho del país y debe ver y debe saber y saber elegir, además, las medidas que comiencen nuevamente a redistribuir el ingreso, en la República Argentina, para hacer un país más justo, más equitativo, más solidario. (APLAUSOS).
Ese, y no otro, es el compromiso que hemos tomado con el pueblo argentino, compromiso realizado con legitimidad política, y por sobre todas las cosas con honestidad intelectual. ¿Por qué con honestidad intelectual? Porque cuando uno va a elecciones, cuando uno se somete a la compulsa popular en elecciones libres y democráticas, debe explicar cuál es su propuesta de país, cuál es su modelo social, para que ustedes, los argentinos y las argentinas decidan. Y en octubre, del año pasado, Argentina decidió. Y se trata, entonces, de otorgar la verdadera calidad institucional que nos merecemos y nos merecíamos desde hace mucho tiempo los argentinos, que nos cumplan la palabra, que nos cumplan las propuestas, que rindamos honor a la palabra empeñada. (APLAUSOS).
Esto no significa que alguien sea infalible y no pueda equivocarse, pero el cuestionamiento a las instituciones debe hacerse dentro de las instituciones. Esto es lo que hemos aprendido esencialmente los argentinos luego de tantas tragedias que nos ha tocado vivir.
Por eso, el otro día cuando miraba esa Plaza, que era una Plaza de la alegría, de la fe, pero también de la esperanza en el futuro y de la fuerza puesta en las propuestas de un país mejor, diferente y más justo, y veía que estábamos cambiando en serio la historia. Hemos vuelto a reconstruir la política, no solamente la posición de un partido, sino la política como el gran instrumento de cambio en la vida de los argentinos. (APLAUSOS)
Argentinos y argentinas: necesitaba decirles estas cosas, transmitirles estas sensaciones y estos sentimientos que uno tiene. Me pasó lo mismo ayer cuando recordaba mi vida en el Sur en medio de la guerra por nuestras Islas Malvinas.
La presencia en esta tarde de Romina Picolotti aquí, nuestra también valiente secretaria de Medio Ambiente, que por tomar decisiones muchas veces ha sido duramente atacada, refleja el compromiso que todos tenemos que tener desde cualquiera que sea el lugar en donde estemos, no hay compromisos grandes o chicos, siempre está el deber que tenemos que cumplir cada uno. Tal vez, con mayor responsabilidad cuanto más grande sea la jerarquía institucional, pero con la misma responsabilidad cada uno de los ciudadanos y ciudadanas que vive en este país.
Me acuerdo de mi abuela, una vieja asturiana inmigrante que vino como todos los inmigrantes con una mano atrás y la otra adelante a construir su vida en este país y siempre decía que es de bien nacido ser agradecido. Por eso yo estoy agradecida al pueblo de mi Patria, estoy agradecida a esta provincia de Buenos Aires, estoy agradecida a todos y cada uno de los que siguen apostando por el futuro de los argentinos y los convoco a todos, sin distinciones, sin banderías, a cada uno desde el lugar en que el pueblo lo puso, a respetar esa voluntad popular y en todo caso hacer cada uno mejor las cosas para ganarse esa voluntad mayoritaria. Esto es construcción institucional, esto es construcción democrática y a eso los convoco a todos los argentinos, a seguir peleando por un país mejor.
Muchas veces los intereses que son poderosos no representan grandes cantidades de gente, pero los que son muy poderosos, se valen muchas veces de enfrentamientos artificiales entre los argentinos. Lo hemos visto a lo largo y a lo ancho de la historia.
Quiero venir a comprometerme ante ustedes aquí a que jamás traicionaré esa voluntad popular y bregaré por la unidad de todos los argentinos para la construcción de un país mejor. (APLAUSOS) Ese es mi primer compromiso y mi primer deber: lograr la unidad para seguir adelante en este país en el que si volvemos a crecer este año, tal vez será, sin lugar a dudas, el único período en hacerlo en 200 años de historia.
Estamos, argentinos, en un punto de inflexión de nuestras propias vidas, de nuestro propio futuro y también de nuestro presente y los convoco a seguir trabajando con la misma fe, con la misma ilusión y con la misma esperanza. No solamente por cada uno de nosotros, sino también por el que tenemos al lado que, a lo mejor, está un poquito peor, porque hemos aprendido que no vale la pena que nos vaya bien a unos pocos o a unos cuantos si no le va bien al conjunto. Es precisamente la solidaridad del pueblo con todos los argentinos, lo que nos ha hecho grande alguna vez.
Volvamos a intentarlo, argentinos y argentinas, el país, la historia, nuestras esperanzas y nuestras ilusiones se lo merecen.
Gracias, Lanús; gracias Lomas, gracias hombres y mujeres del Conurbano Bonaerense, gracias a todos los que nos acompañan por toda la fuerza, la fe y el coraje, por Argentina que es lo primero que debe seguir siendo en nuestros corazones.
Muchas gracias y mucha fuerza. (APLAUSOS)

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