jueves, 29 de mayo de 2008

Anuncio de la canasta navideña económica

Cristina Fernández de Kirchner 30 de Noviembre del 2007

Muchísimas gracias por la presencia de todos ustedes aquí. En cuanto a esta política, en realidad Cornide, advertía administración de precios, usted bien decía que había sido criticada, inclusive muchas veces con sorno e ironía. No fue la única crítica que recibió esta política; vienen desde los medios de comunicación o de todos, porque sería injusto generalizar, siempre tal vez menoscabando lo que es una política de diálogo con los sectores, muchas veces de discusiones y debates, porque en definitiva también una cosa que debemos entender es que estamos en economía, en economía hay intereses y los intereses se discuten y cada uno representa los intereses que tiene asignados, los de los sectores y nosotros que son los intereses de todos los argentinos y que muchas veces en la discusión de esos intereses, chocamos, discutimos, debatimos. Pero lo importante es que siempre hemos creído en la articulación entre el Estado y los empresarios para poder construir una Argentina diferente.Me parece que esta es la gran novedad, porque en definitiva se nos había dicho durante mucho tiempo que era el mercado el que todo lo solucionaba, que el mercado era casi perfecto y entonces podía asignar recursos de acuerdo a eficiencia y eficacia, y todos sabemos que esto no es así, pero no solamente en la Argentina, en ninguna otra parte del mundo es así. Es más, cuando nos planteaban a nosotros políticas para llevar adelante muchas veces lo hacían desde centros y de países que llevan para sus propias economías una política y medidas absolutamente opuestas, diametralmente opuestas a las que se proponían como solución para la República Argentina.
Yo quiero decirles que esta es la primera reunión, pero tengan en claro que no va a ser la última, nos vamos reunir permanentemente. El otro día alguien me preguntaba cómo es esto del acuerdo social. A mí no me gusta llamarlo pacto, porque siempre la palabra pacto tiene una connotación entre sórdida y oscura; me gusta mucho hablar de acuerdos y de consensos.
Alguien cree que el acuerdo social es una gran ceremonia donde nos juntamos representantes del gobierno, representantes de los empresarios, representantes sindicales, una ceremonia pomposa, se acuerdan cuatro o cinco medidas, discursos y luego todo fluye; y esto no es así. En realidad el acuerdo se construye todos los días en la gestión con cada sector, con cada actividad. Hoy no se puede proponer políticas generales sin atender las características de cada sector, la competitividad que tiene ese sector, cuál necesita inversión, cuál necesita tecnología, cuál necesita -no voy a decir protección, porque luego se enojan desde los grandes centros- un tratamiento diferente porque su situación y su posición en el mercado también es diferente. Acordar es gobernar y gobernar es todos los días, por sector, por actividad. Entonces me parece que en esa dinámica cotidiana de la gestión que -digo- se construye día a día, es donde podemos avizorar realmente la viabilidad de un acuerdo que luego se traduce en el mejoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos, porque en definitiva este es el objetivo. La política de crecimiento no es una política de acumulación per sé, es una política de acumulación que también tiene que ver con la distribución del ingreso -lo que usted decía recién- las expectativas que todos ustedes tienen respecto de las ventas navideñas, es porque tenemos argentinos con poder adquisitivo para poder hacerlo.
Yo siempre ponía en duda el pretendido capitalismo desde algunos centros que nos decían que debíamos hacer una política constante de ajustes y restricciones en definitiva al consumo. Si una cosa ha distinguido, creo, al capitalismo es esencialmente el consumo. Me parece que esto es clave y entonces esta política iniciada desde el 25 de mayo de 2003 que ha hecho en el valor agregado, en las exportaciones pero también en el mercado interno, la clave de su desarrollo, de su crecimiento, viene a superar también viejos tabúes y viejas antinomias, yo diría casi ridículas, donde se planteaba que si se exportaba teníamos que apretar el mercado interno para poder exportar mejor, o al contrario si teníamos que dar al mercado interno no importaba la exportación. Esto no funciona así en ninguna parte del mundo; todos los países desarrollados -ustedes lo saben mucho mejor que yo- hacen base de su crecimiento la mayoría en el mercado interno en un 80 por ciento, sus economías crecen en base al mercado interno y el otro 20, en todo caso es afectado a la exportación, pero es la dinámica de la economía, porque además las sociedades sustentables y viables política y socialmente solo lo son en la medida que todos sientan que están participando del crecimiento. Todas las experiencias que hemos tenido en la República Argentina donde segmentos muy amplios de la sociedad percibían que los beneficios de ese crecimiento no les llegaban, finalmente terminaron mal.
Creo entonces que la continuidad de esta política, que por otra parte no es solamente una decisión de quien está sentada aquí, es una decisión de los argentinos cuando votaron el último 28 de octubre que me parece que es esto lo más importante, es no solamente producto de la convicción que uno ha tenido toda su vida, sino producto de los empírico, de la experiencia que hemos tenido en estos cuatro años y medio y que han producido tasas de crecimiento que también Cornide, usted recordará como todos ustedes, se aseguraba siempre que no duraban más de dos o tres meses, que eran un veranito, que el próximo año no íbamos a crecer. Y bueno, vamos a cuatro años y medio sin que se cumplan esos pronósticos siempre trágicos para la suerte de todos los argentinos y que por suerte no se han cumplido.
Hemos podido comprobar que esto se puede con esfuerzo, trabajo y articulando acuerdos, porque los que señalan quienes me han precedido en el uso de la palabra, el diálogo permanente entre el gobierno más allá, reitero, de las discusiones y de los debates que va a haber siempre, porque no nos tenemos que asombrar, cuando hay intereses siempre hay debates, discusiones, siempre hay alguien que quiere un poco más, el otro que sabe que no puede dar un poco más porque….vamos, las decisiones en economía no son neutras, lo que se da demasiado a unos es porque a algún otro le falta también.
Creo que esta metodología de acuerdos, de discusión, de gestión permanente que día a día también va a llevar Martín Lousteau, porque también está convencido que es también la gestión de la micro, como le gusta decir a él. Hoy tenemos consolidado lo macro y tenemos que profundizar lo micro, es la característica de la etapa que viene.
Quiero agradecerles a todos ustedes en nombre del gobierno del Presidente Kirchner, en el mío propio y en el nombre de todos los argentinos también, por este esfuerzo de articular esta Canasta Navideña que permita que los argentinos este 24 de diciembre y el 31 puedan brindar con esperanzas, ilusiones, porque es necesario que la sociedad siempre esté esperanzada e ilusionada en poder mejorar su calidad de vida. Este clima favorece también a ustedes como empresarios, en sus staff de trabajadores, en los consumidores no solamente desde el punto de vista de que van a consumir, sino porque se produce un círculo virtuoso en la sociedad que contribuye a un mejor y mayor crecimiento.
Así que, agradecerles a todos ustedes la presencia; esta es la primera reunión que vamos a tener. Sé que también hay empresarias aquí, colegas del género, como les digo yo, sé que tengo un desafío que no solamente tiene que ver con la representación de una política o de un modelo económico y social, sé que también tengo toda la presión del género y que siempre son mucho más exigentes con nosotras que con ellos. Creo que podemos estar a la altura del desafío y dar cuenta del género también, en la gestión de la Primera Magistratura del país.
Muchas gracias y tengan ustedes muy buenos días. (APLAUSOS)

No hay comentarios: