jueves, 29 de mayo de 2008

Visita a una granja avícola en Concepción del Uruguay, Entre Ríos

1 de Febrero del 2008 Cristina Fernández de Kirchner
Gracias entrerrianos y entrerrianas, yo también los quiero mucho.

Quiero también contarles que quería venir aquí, a Entre Ríos, pero no a un lugar cualquiera, quería venir a rendir homenaje a la Argentina real, a la Argentina de los que trabajan, a la Argentina de los que producen, a la Argentina de los que creen y tienen esperanzas de que un país mejor no sólo es posible sino que además lo estamos construyendo.

Quiero contarles a otros argentinos y a otras argentinas lo que vi aquí hace unos instantes. Es algo más que un lugar donde se faena la mayor cantidad de pollos en el país que comen los argentinos y que exportamos, es algo más que valor agregado, es algo más que una importantísima fábrica de nuestro país, es un modelo de vida, un modelo cultural, un modelo de organización social y política que hemos recuperado los argentinos en torno al trabajo y la producción. A eso vengo a dar mi homenaje, mi testimonio, no sólo como presidenta de los argentinos sino como una mujer que siempre, desde su juventud, estuvo comprometida con un modelo que hoy tengo la suerte de poder ayudar a que se lleve adelante. No todos, argentinos y argentinas, tienen la posibilidad de ver concretar sus sueños, y yo me crié en un país con graves enfrentamientos entre los argentinos, en el que después de la tragedia vino la otra tragedia, la social, esa en la que recién Domenech nos decía que se importaban 55 millones de dólares en pollos. Alguien dirá “qué importa esa cifra”, es que no solamente venían los pollos de afuera sino que los argentinos acá adentro se quedaban sin trabajo. Teníamos ese modelo por el que quisieron transformarnos en un país apenas de servicios.

Nosotros teníamos esperanzas de que podíamos volver a tener otro país. Yo recién hablaba con el dueño de esta fábrica, el principal exportador de pollos de la Argentina, y me contaba que su padre era un italiano de Calabria que bajó de los barcos en 1935, como también bajaron mis abuelos españoles y los de tantos millones de argentinos que descendemos de los barcos, frente a los otros que nacieron aquí en esta tierra. Me decía él que desde joven en una bicicleta aprendió a repartir pollos, por eso es un productor y empresario, porque tuvo la cultura del trabajo que le enseñó que es con las manos como debe ganarse el pan de cada argentino. Puede parecer tal vez un giro poético pero no, los argentinos nos habíamos acostumbrado a esa otra argentina que fue productiva en industrias, que él conoció, a que teníamos que trabajar para poder progresar, a que teníamos que estudiar para poder mejorar; luego vino la otra, en la que sólo había que especular para ganar plata, la de la burbuja financiera.

Finalmente hoy aquí, luego de esas tragedias que hemos vivido los argentinos, nos estamos reencontrando nuevamente en esta Argentina que estamos construyendo, de trabajo, de esperanza, de futuro, que de eso se trata. Yo vengo esta tarde -o este mediodía, ya no sé con tanto calor si es el mediodía o la tarde- a renovar mi compromiso, argentinos y argentinas, entrerrianos y entrerrianas, con estas ideas, con este modelo político, social y cultural en el cual estoy comprometida desde muy joven, como tantísimos otros, como el “Pato” Urribarri, como Jorge Busti, como el presidente Kirchner, como millones de argentinos que creemos en el trabajo. (Aplausos)

Y yo quiero decirles que vamos a hacer todo lo posible y lo imposible también para que ese sueño de crecer todos los años 10 por ciento en la actividad se nos dé, porque, gobernador Urribarri, Entre Ríos está para más, pero Argentina también como Entre Ríos está para más, y vamos a ir por más. (Aplausos)

Recién allí adentro veía trabajar a miles de jóvenes -el promedio de los trabajadores del sector aquí es de 28 años-, agregando valor a esos pollos que comen los granos que produce nuestro campo, y debemos entender que cuanto más valor agreguemos a cada grano de maíz, a cada grano de soja, a cada grano de trigo, más trabajo vamos a tener los argentinos y más riqueza también para distribuir. Esta es la clave, entender cómo funciona el modelo, no creer que solamente un sector es el que puede llevarse los beneficios; necesitamos entender -y si no miremos tal vez a otras sociedades más desarrolladas- que es necesario que todos participemos articulada y organizadamente en la construcción y funcionamiento de este modelo. Esta es la clave, miremos a los países desarrollados y ahí vamos a poder encontrar el porqué de su desarrollo: conocimiento, inversión, valor agregado, trabajo y esfuerzo. No hay misterios, no hay fórmulas mágicas, no hay genialidades, hay simplemente compromiso con los intereses del país y con las ideas que sustentan este modelo.

Por eso desde esta maravillosa Entre Ríos, desde esta increíble Concepción del Uruguay, la cuna de Urquiza, de López Jordán y del gran federal Pancho Ramírez, les digo a todos los argentinos que también Argentina está para más y vamos a ir por más.

Muchas gracias entrerrianos, muchas gracias entrerrianas, con el compromiso de siempre y con la convicción de toda mi vida. Gracias.

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