Cristina Fernández de Kirchner 29 de Noviembre del 2007
Muchas gracias querido Presidente; hermanos del Paraguay: quiero decirles que es para mí un gran honor estar en esta tierra; recién lo escuchaba atentamente a Nicanor, yo le comentaba, cuando pasaba entre los lanceros, que no sabía eran los lanceros del mariscal Francisco Solano López, ese gran patriota latinoamericano, humillado por lo que yo llamo la alianza de la triple traición a Latinoamérica, a sus hombres y a sus mujeres. (APLAUSOS)
Quiero en nombre del pueblo argentino rendirle homenaje, aquí, a ese gran patriota latinoamericano. Nicanor recién decía que están en un gran proceso de industrialización, aquí en el Paraguay. Muchos, tal vez, de los que hoy en distintos lugares pueden escucharnos, tal vez no sepan que aquí, en el Paraguay, se desarrolló el primer proceso de industrialización de toda América latina, que pretendía, además, como cualquier país digno y con honor, razonable autonomía en la toma de sus decisiones. Y por esa decisión y convicción nacional de dignidad y de autonomía, el pueblo paraguayo fue arrasado, humillado. Quiero, en este día, manifestar el reconocimiento de mi pueblo al Paraguay y contarles que tal vez este momento tan particular, que atraviesa América latina sea porque han reverdecido esas ideas, que hoy parecen nuevas, pero que en realidad son tan profundas como la historia misma porque anidan en el orgullo de pertenecer a un lugar, a una Patria y a una Nación.
Yo escuchaba recién, cuando el director paraguayo de Yacyretá, comentaba que estas obras estaban paralizadas desde 1994, no es causal fue también en la misma época cuando se paralizaron las obras de otra gran proyecto energético, Atucha II, en la República Argentina. Es que había un modelo económico, político y social que no requería de energía. Energía necesitan los que quieren producir, energía necesitan los que quieren trabajar, energía necesitan los que quieren vivir y reproducirse. Energía no necesitan los que creen que pueden vivir de la renta o únicamente de los servicios. (APLAUSOS).
Nada es casualidad, hermanos y hermanas del Paraguay, en esta historia triste y trágica que tuvimos los latinoamericanos, a la luz de teorías económicas extrañas, que experimentaban con la vida, con el patrimonio, con las esperanzas y con las libertades de nuestros compatriotas.
Cuando en el año 2004 dos presidente latinoamericanos se encontraron, allá en Buenos Aires, lo hicieron con la convicción de que necesitaban profundizar los lazos históricos de hermandad entre ambos países. No era solamente la decisión de la conveniencia económica por la energía, era la decisión de reconocer en Latinoamérica, de reconocer en el MERCOSUR a nuestra casa, nuestro lugar en el mundo. Este es y por eso aquí estamos hoy dando testimonio de esas convicciones, de la única manera en que uno puede dar convicción y testimonio, a partir de los hechos.
He aprendido a lo largo de toda mi militancia política que uno puede tener las ideas más formidables, pero que es necesario, para que esas ideas dejen de ser ideología, volcarlas a la práctica y hacer política. Uno hace política cuando transforma sus ideales en cosas concretas que puedan ser vivibles por las sociedades, por los pueblos, porque a ellos es, en definitiva, está destinada la orientación de nuestra gestión y el fin último que todo gobierno popular y democrático debe tener: mejorar la calidad de vida de sus compatriotas, que para eso nos hemos comprometido desde muy jóvenes en esto de participar en la vida pública de nuestro país, de nuestra Patria.
Y tampoco es casualidad, presidente, amigos del ente nacional, binacional, Yacyretá, que haya sido esta la primera obra en toda la historia de Yacyretá, una historia que muchas veces golpeó por cosas no claras y que sirvió, tal vez, para denostar lo que había que denostar pero en el fondo lo que se quería hacer era quebrar esa decisión de tener energía, precisamente para abordar un modelo de desarrollo de países diferentes a los que nos querían imponer.
Y yo quiero en esta hermosa mañana, presidente, la mañana también es femenina, vio, viene de género, la obra Yacyretá, “lugar de la luna”, me decían recién que significa, “lugar donde vive la luna”, también la luna es una mujer y yo quería decirles que estamos trabajando mucho en el Gobierno para abordar el tema de Corpus. Ustedes saben que en la provincia de Misiones hubo, hace años atrás, una consulta popular, en la cual la sociedad, el pueblo misionero no quería Corpus, pero ahora se ha relocalizado la obra. El nuevo Gobernador electo, seguramente en compañía también de las otras fuerzas políticas de la provincia, está dispuesto a abordar, nuevamente, el tema de Corpus.
Esto es una decisión, que vamos a tratar con el Gobierno del Paraguay porque estamos convencidos que debemos profundizar el cierre de la ecuación energética en Latinoamérica y el MERCOSUR. Los tiempos que vienen, amigos del Paraguay, van a estar signados por dos elementos básicos: energía y alimentos y aquí en América latina podemos ser punta de lanza de un nuevo modelo de acumulación regional que finalmente nos perfile como bloque frente al resto del mundo.
Por eso, cuando Nicanor me invitó a venir aquí, al Paraguay, cuando nos encontramos en Santiago de Chile, con motivo de la Cumbre Iberoamericana, no lo dudé un instante, hay que ser muy claros en nuestras alianzas, hay que ser muy claros en qué lugar estamos ubicados. No para negarnos a los demás, al contrario, la unidad latinoamericana y Latinoamérica nunca ha sido colonizadora, Latinoamérica siempre ha sido libertaria, siempre ha sido luchadora, transgresora. Y por eso, hoy aquí, estamos dando testimonio, el mejor testimonio que podemos dar, que es el de construir juntos, construir en conjunto, profundizar nuestra relación.
Yo estoy segura, que desde algún lugar el Mariscal Francisco Solano López, el General San Martín, también Artigas, allí en el Uruguay, están sonriendo frente a esta nueva Latinoamérica, que ha decidido - también Bolívar, a ver si se enoja Hugo y después me manda alguna filípica de allá de Caracas - y también el General Bolívar, otro gran patriota, creo que ellos soñaban esto, Latinoamérica unida para los latinoamericanos y para el mundo, porque además son tierras generosas, son tierras que reciben a los hombres y mujeres de otras latitudes.
Aquí, en mi país, hemos construido un lugar donde, desde distintas partes del mundo, han venido hombres y mujeres a construir una identidad nacional. Y yo creo, sinceramente, que en estos tiempos que corren - Nicanor - vamos a profundizar aún más, estamos convencidos y convencidas, además, que este es el camino, que tenemos que seguir los latinoamericanos, el de la construcción, el de la preocupación por mejorar la calidad de vida de nuestros compatriotas. No somos los más pobres, pero somos los más inequitativos en la distribución del ingreso y abordar, entonces, procesos de industrialización, de valor agregado, de dar trabajo son esencialmente los proyectos más liberadores que hoy pueden tener nuestras sociedades.
Siempre lo digo, el hombre que tiene un trabajo digno, el hombre que tiene vivienda, que puede darles educación y salud a sus hijos es un hombre siempre un poco más libre. Y de esto se trata; por eso muchísimas gracias, mucha fuerza Nicanor, mucha fuerza Blanca, mucha fuerza todos los hombres y mujeres que comparten una mirada similar.
Quiero traerles, además, el afecto y el cariño del Presiente Néstor Kirchner, un hombre, que siempre habla del Paraguay, como lo hago yo, con admiración por este pueblo de valientes, donde cuando se acabaron los hombres las que peleaban eran las mujeres y los chicos. Muchas gracias y muchas fuerzas.m (APLAUSOS).
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