domingo, 25 de mayo de 2008

Universidad de Cordoba!

Discurso de Cristina Fernández en la Universidad Nacional de Córdoba !

martes, 12 de febrero de 2008

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, DOCTORA CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL MARCO DE SU VISITA A LA CIUDAD DE CÓRDOBA

Muy buenas tardes a todos y a todas.
La última vez que estuve aquí, en la Universidad Nacional de Córdoba, fue -si mal no recuerdo- en octubre de 1996. No fue aquí, en el Rectorado, sino en el Anfiteatro creo que de la Facultad de Ingeniería. Allí, invitada por un grupo de estudiantes -yo era legisladora nacional- fui a dar una charla sobre "Hielos Continentales". Estábamos en esa lucha, en esa gesta que era la defensa del patrimonio de todos los argentinos en tiempos difíciles.
No difíciles como se vivió en otras etapas trágicas y terribles de la Patria, no, sino difíciles porque conceptos como "Nación", "pueblo" o el de un modelo nacional y popular que permitiera integrarse al mundo pero desde un propio proyecto, parecía casi una ilusión de gente nostálgica.
Sin embargo, hoy, aquí, en esta Argentina en la cual nos han pasado tantas cosas terribles, en este lugar, en la Universidad Nacional de Córdoba, podemos decir, como recién lo hacía el gobernador Schiaretti, que si alguna vez soñamos con cambiar al mundo, hoy estamos cambiando esta, nuestra casa, la República Argentina. (APLAUSOS)
Yo escuchaba atentamente a la señora Rectora, la primera rectora de la Universidad Nacional de Córdoba, la primera mujer, cuando hablaba de conocimiento; pero también la escuché hablar del rol de la universidad y de la conceptualización del término de la autonomía en el mundo contemporáneo. Siempre he sostenido desde mi etapa de estudiante universitaria, que nuestro compromiso como universitarios debe ser -sobre todo por parte de aquellos que somos egresados de la universidad pública nacional- devolver al pueblo el estudio que el pueblo nos ha pagado. (APLAUSOS)
Creo que eso significa un gran y profundo compromiso con las necesidades del país. Articular institucionalmente a la universidad con la sociedad y el Estado en la gestión del conocimiento es central en los tiempos que corren.
No es casualidad que haya tomado la decisión precisamente de crear el Ministerio de Ciencia y Tecnología. Estoy absolutamente convencida, argentinos y argentinas, que el siglo XXI es el siglo del conocimiento y el Bicentenario tiene que encontrarnos con los tres ejes centrales de una Argentina federal, latinoamericana e inmersa en la tarea de la ciencia, el conocimiento para poner en marcha este país en el que ya comienza a vislumbrarse una transformación muy fuerte, muy profunda.
Ayer anunciaba en Mendoza el crecimiento económico de este último 2007 con el 8.7. Tal vez pueda parecer un número de la economía, pero es, por sobre todas las cosas, trabajo para millones de argentinos, volver a articular a la sociedad en torno al trabajo, al esfuerzo, a la acumulación de capital nacional, a la acumulación de conocimiento y en eso estamos.
Este compromiso, este modelo también requiere una nueva revalorización de la política. Yo quiero decirles que me parece ejemplar esta mesa que estoy viendo aquí y que no he visto en otras oportunidades en Córdoba: el Gobernador, el Intendente, el conocimiento, la Universidad, todos juntos tirando para adelante en un proyecto común. (APLAUSOS)
Quiero, cordobeses y cordobesas, felicitarlos a todos por el esfuerzo que significa superar diferencias (APLAUSOS), el esfuerzo que significa dejar atrás agravios, porque, en definitiva, es esfuerzo de los dirigentes pero es, esencialmente, un compromiso con el pueblo. Porque, vamos, a los dirigentes de los partidos nacionales, populares y democráticos, como a mí me gusta llamarlos, no nos votan para enfrentarnos; nos votan para que articulemos y, fundamentalmente, con el esfuerzo conjunto, podamos sacar a la ciudad, a la provincia y al país adelante. Esa es la demanda que la sociedad tiene de nosotros, que los esfuerzos, el conocimiento, el sacrificio no lo pongamos en agraviar al otro, sino en trabajar para construir mejores ideas, para diseñar mejores instrumentos, para tener mejores acciones de gobierno que lleguen a todos y cada uno de los cordobeses y cordobesas. (APLAUSOS)
Por eso creo que este escenario de hoy no es solamente un escenario institucional donde un gobernador, un intendentes, ministros del Poder Ejecutivo Nacional, una rectora de una universidad se reúnen para un acto formal, es algo más, es el símbolo de la decisión que Córdoba ha tomado de tirar para el mismo lado en la construcción de un proyecto común. (APLAUSOS) Créanme que es un salto cualitativo, no solamente de su dirigencia, sino del conjunto de la sociedad.
Estas obras que hoy anunciamos -lo escuchaba decir al señor Intendente- datan de muchísimos años, y no es diferente de lo que escuchaba hace unas semanas atrás por parte del intendente de Villa Carlos Paz cuando contaba que la planta de tratamiento de líquidos cloacales llevaba cincuenta años de reclamo. Y no es diferente tampoco a lo que hace pocos días, en el Salón Sur de la Casa Rosada, el gobernador de Catamarca nos contaba acerca de una obra que vamos hacer y que va a beneficiar al este catamarqueño y al oeste de Santiago del Estero que había sido anunciada por el presidente Roca en su primera presidencia, eso sí, ni siquiera en la segunda, en la primera.
Es que hubo una Argentina que pareció detenerse en el tiempo; hubo una Argentina que parecía que, como el cangrejo, iba para atrás en lugar de ir para adelante y el desafío que tiene nuestra generación no es el de la nostalgia, sino que es, esencialmente, el del compromiso de esta generación del siglo XXI de hacernos cargo de las demandas de la sociedad y de la responsabilidad que en nuestras espaldas han colocado argentinos y argentinas que tienen ilusiones, esperanzas de que un país mejor, diferente es posible. (APLAUSOS) Y lo estamos construyendo, no sin dificultades, porque nada es fácil, la vida no es fácil, y porque la gestión de gobierno tiene marchas y contramarchas, análisis y contraanálisis.
Muchas veces nos encontramos con ir a decidir "vamos a hacer tal proyecto" y de repente vemos que no hay proyecto y entonces durante todo un año o más, como nos tocó por ejemplo en la Ruta 14 de Entre Ríos, hay que hacer el proyecto ejecutivo para poder diseñar la traza.
Así también sucedió con la autovía que une Córdoba con Rosario. Me contaba el secretario de Obras Públicas que estuvieron un año discutiendo si la nueva traza se hacía -acá el señor Gobernador asiente con la cabeza- a tres cuartos de legua o a una legua de la traza antigua. Un año estuvimos discutiendo, pero no importa, ya está en marcha.
Estas son las dificultades que muchas veces tenemos en la gestión y que tenemos que superarlas. No quejándonos, sino por el contrario, poniéndole más esfuerzo, más trabajo, más compromiso para superar las dificultades. Porque muchas veces es difícil articular todos los intereses y todas las diferentes y legítimas ideas que cada uno de nosotros puede tener acerca de cómo se deben hacer las cosas.
Lo importante es que cuando tengamos diferencias, podamos saldarlas democráticamente, porque hay un instante en donde las diferencias se saldan democráticamente a partir de la voluntad popular. Y allí, entonces, todos, discutiendo ideas y proyectos y ejecutando la mejor idea sin importar cuál es el color o la idea del que la formula, lleguemos la idea concreta y puntual respecto de una obra, de una traza, de lo que fuere. Esa es la forma -creo yo- cómo vamos a construir una Argentina diferente.
Las mujeres, tal vez, tenemos algo que es, no el pragmatismo que siempre me sonó a cierto grado de cinismo, pues en nombre del pragmatismo se han hecho demasiadas cosas en la historia de nuestro país, sino que somos esencialmente prácticas; tenemos que serlo por esta doble obligación que tenemos de responsabilidad institucional pero al mismo tiempo de las otras del género, puntuales, concretas, aún en la Primera Magistratura, aún en el rectorado de una universidad, cosa que a los hombres muchas veces no les sucede, para suerte de ellos, porque, bueno, no es que sean malos, es toda una pauta cultural. Tenemos que ocuparnos en ambos casos nosotras, nos sobran las espaldas para hacerlo y acá estamos. (APLAUSOS) Acá estamos, argentinos y argentinas, poniéndole esfuerzo, coraje, voluntad, conocimiento y, por sobre todas las cosas, apuntando a la unidad de todos los argentinos y de todas las argentinas.
Muchas gracias, Córdoba; muchas gracias, señor Gobernador, señor Intendente y señora Rectora muchas gracias por recibirme con tanto cariño y con tanto afecto y sepan que siempre van a tener esta mujer argentina trabajando junto a ustedes, por ustedes y con ustedes.
Gracias, muchas gracias. (APLAUSOS)

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