domingo, 25 de mayo de 2008

En Santiago del Estero

Palabras de la Presidenta Dra. Cristina Fernández, en Añatuya, Santiago del Estero !

lunes, 28 de abril de 2008
PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, DRA. CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER EN ACTO EN AÑATUYA, PROVINCIA SANTIAGO DEL ESTERO.

Gracias, gracias pueblo de Añatuya, cuna de ese gran patriota que fue Homero Manzi, quiero venir a cumplir con este pueblo abordando lo que para mí es primero: vengo a agradecer a todos los santiagueños, a todos sus hombres y sus mujeres el apoyo que el 28 de octubre, del año pasado, le dieron no a esta mujer, sino a un proyecto político, que ha vuelto a poner de píe a la Patria y a todos los argentinos. (APLAUSOS).

Un proyecto, que como bien señalaba el Intendente, ha sabido derribar las murallas ideológicas y partidarias, que muchas veces nos han separado a los argentinos, nos han dividido en enfrentamientos estériles e inútiles provocando 200 años de fracasos.

Yo me siento orgullosa de pertenecer a un partido en el que siempre he militado, pero más orgullosa me siento de poder compartir este estrado con un hombre como Gerardo Zamora, de otro partido popular y democrático que, junto al peronismo, han constituido el hilo del gran movimiento nacional, durante todo el siglo pasado. (APLAUSOS). Creo que esta conjunción, esta unión de diferentes historias, pero con un mismo objetivo: el de él, recuperar Santiago del Estero, ponerla a la altura del resto del país, y el nuestro - en el orden nacional, volver a reconstruir la confianza de los argentinos en sí mismos, en que somos capaces de abordar tareas, que otros nos habían convencidos que eran imposibles, sea tal vez el logro más importante.

Hoy, aquí, he venido a inaugurar viviendas rurales, que contemplan las más de mil viviendas que vamos a construir, 500 ya entregadas y este hospital que está aquí, al lado nuestro. Hace unos días atrás, en la hermana provincia de Misiones, más de 800 viviendas; hace poco en Tucumán, otro hospital, viviendas, trabajo para los argentinos; dignidad; los hijos que vuelven al colegio no para comer, sino para estudiar; los hombres y mujeres que vuelven a recuperar la dignidad del trabajo, el gran organizador social. Hoy, aquí, que venimos a anunciar las obras para la producción: caminos, rutas, el canal del oeste, el acueducto del oeste, que va a permitir extender las fronteras agropecuarias e incorporar al servicio del agua a miles de santiagueños. (APLAUSOS).

Este proyecto político, que ha logrado reconstruir un período de crecimiento inédito en nuestra historia, y que recoge, por primera vez, la identidad, la integración y el pueblo, porque como decía Homero Manzi, ese militante de forja: "no hay Nación sin pueblo, ni pueblo sin Nación". Y eso es lo que estamos haciendo: honor a esos patriotas, que junto a los que construyeron allá, el 25 mayo, merecían que honráramos su memoria, en este próximo Bicentenario, volviendo a reconstruir este nuestro país, la República Argentina.

Yo creo que muchas veces cuando escuchamos las mismas voces, que hace cuatro o cinco años atrás decían, que estas cosas que veníamos a proponerles a los argentinos no eran posibles, eran mentira, todos los años nos decían que iba a ser un "veranito" y que todo iba a volver a como era antes. Y aquí estamos, argentinos y argentinas, en nuestro quinto año de crecimiento consecutivo con más y mejor trabajo para todos los argentinos, que ese debe ser el objetivo de todo proyecto político.

Hoy, esas mismas voces que fueron responsables, tal vez, de las tragedias que hemos vivido en las últimas décadas los argentinos, hoy vuelven a decirnos que en realidad lo que debemos hacer, tal vez, es enfriar la economía. Yo les pregunto qué es enfriar la economía. Se los traduzco en popular: bajar el consumo, pero cuando uno habla de bajar el consumo, habla de menos trabajo y menos salario para millones de argentinos que han vuelto a consumir. (APLAUSOS)

Es importante que cada uno de nosotros sepamos que esta construcción exige el trabajo y el esfuerzo de todos. Pero también debemos tener en claro que quienes más deben contribuir, quienes más deben ayudar, son aquellos a los que mejor les ha ido. Porque esta gran batalla que se viene dando en esta época de cambio y transformación por la redistribución del ingreso, donde podamos igualar más, donde tengamos una sociedad más justa, más equitativa, más igualitaria y a ella deben contribuir los que más tienen. No es un enfrentamiento entre argentinos, sino por el contrario, codo con codo, pero sabiendo que atrás nuestro hay mucha gente a la que todavía le falta trabajo, le falta vivienda y le falta educación. (APLAUSOS) Y es por ellos que venimos a profundizar la transformación y el cambio.

Quiero contarles argentinos que me acuerdo de la última vez que estuve en Santiago, en Quimilí. Quiero agradecerles el afecto y el cariño de los más humildes, tal vez, los que más derecho tendrían a reclamar con el puño en alto o con un gesto crispado. Sin embargo, son los humildes de la patria los que menos tienen, los que extienden la mano solidaria para seguir construyendo Argentina y para seguir construyendo con dignidad. (APLAUSOS)

Por eso, yo me dirijo a aquellos argentinos que han tenido tanta suerte en estos años de crecimiento. No estamos enojados con los que han ganado muchísimo dinero, al contrario, les pedimos desde el corazón que contemplen esta Argentina a la que todavía le faltan tantas cosas, este Noroeste argentino, este centro argentino, necesitado de las obras más básicas de infraestructura para la producción, para la economía, para las familias; les pedimos que contemplen esta Argentina del Norte y del Sur, allá, esa Patagonia olvidada y este Norte postergado. Es hora, entonces, que los que tanta suerte han tenido por estas políticas que se han levantado, entiendan también que es hora de mejorar la redistribución del ingreso para todos los argentinos. A esto los convocamos. (APLAUSOS)

Quiero decirles, santiagueños y santiagueñas, desde el corazón, desde lo más profundo de mi corazón, el compromiso que tengo con este pueblo, el amor que siento cuando me estrechan la mano, cuando me vienen a esperar con los hijos, cuando me vienen a contar que pudieron mejorar un poco más de lo que estaban antes porque lograron su jubilación o porque encontraron trabajo o porque tienen vivienda, les quiero decir que ese compromiso con ustedes es indestructible, porque me viene desde el fondo de mis convicciones y también de la pasión que siempre he sentido por la política y por la transformación de mi país.

En esta tarde, aquí, en la tierra de Homero Manzi, quiero sellar con ustedes ese compromiso indestructible, con usted también, Gobernador, que está comprometido con los intereses de su pueblo, de su gente. Necesitamos hombres y mujeres, no importa de qué partido, no importad de qué lugar, lo importante es que se sientan por sobre todas las cosas, argentinos y solidarios con este pueblo. (APLAUSOS)

Por eso, quiero agradecer esta presencia multitudinaria de miles y miles de santiagueños; desde aquí veo a lo lejos miles, allá al fondo que tampoco han podido llegar hasta aquí y quiero agradecerles a todos el cariño, el afecto, y sépanlo muy adentro de sus corazones pero también de sus cabezas, que este proyecto político que está transformando la Argentina va a seguir trabajando con todos y para todos. Ese es el objetivo y esa es la consigna.

Gracia, Santiago; gracias, hermanos y hermanas, muchas gracias, con toda la fuerza y con todo el afecto.

Gracias. (APLAUSOS)


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