Palabras de la Presidenta sobre el Programa Jóvenes Padre Mugica

Palabras de la Presidenta sobre el Programa Jóvenes Padre Mugica !

miércoles, 20 de agosto de 2008

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, DRA. CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE PUESTA EN MARCHA DEL PROGRAMA NACIONAL "JÓVENES PADRE MUGICA", EN MAR DEL PLATA.

Cuando recién entraba y los veía desplegar sus banderas, sus pancartas, sus identidades, porque cada uno que levanta un cartel no está levantando solamente el lugar de donde es o la agrupación a la que pertenece, cuando uno lleva las pancartas y las banderas va también con las identidades, con los ideales, con lo que pasó y con lo que viene, con el presente y con el futuro.
Quiero decirles que me hicieron recordar de otros tiempos, de otros momentos también de mucha pasión, de mucho coraje, de mucho compromiso con los demás. Porque cuando los escuchaba cantar el himno con esa fuerza con que sólo la cantan los jóvenes, que saben que todo está por venir, déjenme decirles que siento un poco de envidia, no por la juventud, (APLAUSOS), sino porque es el momento en que cada uno comienza a ser en política, fundamentalmente, la experiencia más vital, la de mayor compromiso, la de decidir que la vida no solo puede ser lo que me pasa a mí, sino que la vida es, además, lo que le pasa a los demás, al que tenemos al lado, al que todavía la falta, al que no pudo tener educación, casa y familia. (APLAUSOS).
Déjenme contarles, también, un poco, quién era ese Carlos Mugica, de este programa "Jóvenes Mugica", no fue solamente un sacerdote, fue un hombre profundamente comprometido con su país, con su tiempo, con su época, con su pueblo, sí con su pueblo. Él venía de una familia que podríamos decir, en este país, nuestro país, de la clase alta, un hombre que por orígenes, tal vez, por experiencia de vida, podría haberse dedicado a lo que él quisiera, pero el hizo una opción de vida, que no solamente fue el sacerdocio, sino esencialmente fue sacerdote para comprometerse con los pobres, para comprometerse con el Evangelio (APLAUSOS).
No hay mayor compromiso con Dios que comprometerse con los pobres, porque son la voz del Evangelio, son los que por Jesús subió a la cruz. Él lo sabía e hizo de ese compromiso su vida. Por eso este Programa "Jóvenes Mugica" debe ser eso, esencialmente un compromiso de vida.
Cuando yo los veo a todos ustedes con esta fuerza, con este compromiso, con esta decisión de ayudar al otro. Sí, ¡viva la Patria! Claro que sí. Una Patria que necesita de ustedes, necesita de los jóvenes, del compromiso, del ayudar al otro, de la solidaridad, que como recién decía Mariana, recuperar los valores. Y saben qué, cuando los veo a ustedes, con este grado de compromiso y de participación siento que aquellos que creían que se había terminado la historia, de que nada volvería a suceder y que era imposible transformar el país, porque creían que habían acabado con todos, acá están ustedes testimonios de que no pudieron. No pudieron. (APLAUSOS). Y saben por qué? Porque la historia puede tener retrocesos, puede andar más lenta o más rápida, puede querer tomar un atajo o no, pero en definitiva la historia la escriben los pueblos y la historia es indetenible, compañeros y compañeras. (APLAUSOS).
Quiero decirles, en esta tarde de lluvia, aquí en Mar del Plata, que estoy muy contenta de compartir con ustedes este momento, esta tarea de organización. Porque además saben qué, una de las cosas más distintivas de la juventud no solamente debe ser la solidaridad y el compromiso, sino saber que en la organización, en el trabajo, en asociarse los unos con los otros está la fuerza de la transformación. Individualmente nadie puede cambiar nada, colectivamente se puede cambiar la historia y se puede cambiar la vida de todo un país. (APLAUSOS).
Recuperar los valores, recuperar la noción de lo colectivo, la necesidad de saber que tenemos que avanzar juntos, con aciertos y con errores y por supuesto tenemos que tratar de que sean más los aciertos que los errores. Y entonces saber entender y comprender que el país de los argentinos y el país de todos nosotros los necesita a ustedes, unidos y solidarios, comprometidos y con convicciones, con ideas, con argumentos, sin insultos y sin agravios. (Aplausos)
Ustedes vieron, los que más insultan y los que más agravian son los que menos ideas tienen, por eso insultan y por eso agravian (Aplausos). Cuando se tienen argumentos, cuando se tienen ideas, cuando se tienen proyectos, se explican, se razonan, se comunican, se articulan, entonces sí surge siempre poderosa la razón, la que debe animarnos a nosotros.
Porque tenemos razones, tenemos razón cuando luchamos por la inclusión social; tenemos razón cuando decimos que necesitamos redistribuir el ingreso para ser una sociedad más justa y más equitativa (Aplausos); tenemos razón cuando decimos que lo que les falta a unos es porque les sobra a otros; tenesmos razón cuando decimos que es posible construir una sociedad diferente, un país cohesionado socialmente, en el cual cada uno pueda tener las mismas oportunidades. Porque saben qué, hemos aprendido también en todos estos años que han pasado, cuando era tan joven como ustedes, que junto a la igualdad debe estar la libertad, y que junto a la libertad y a la igualdad debe estar la igualdad de oportunidades para todos. (Aplausos)
Porque no somos todos iguales, los hay quienes trabajan más, quienes trabajan menos, quienes estudian más, quienes estudian menos. Pero lo que queremos los argentinos es vivir en un país donde no condenemos al que nació pobre a morir pobre, tiene que tener la oportunidad, el país le debe la oportunidad (Aplausos). El país le debe la oportunidad a que pueda ascender socialmente, como me pasó a mí, hija de trabajadores que pude llegar a Presidenta de todos los argentinos porque tuvimos trabajo, educación gratuita, vivienda.
Por eso el compromiso de todos con ese Padre Mugica, que además de Racing era peronista, bueno es decirlo, las tenía todas. (Aplausos) De Racing y peronista, estaba condenado de antemano el pobre.
Quiero agradecerles a todos ustedes esta demostración de compromiso, de coraje, de fuerza, de solidaridad y de organización, mucha organización para vencer a la pobreza, al descreimiento, a la desesperanza, a los que todavía no creen pero que los vamos a convencer. Porque sabemos que cambiar el país, seguir transformando, no es tarea ni de un sector, ni de un grupo, sino de todos los argentinos. A trabajar, a organizar, a convencer, a comprometerse, a luchar, como siempre lo hemos hecho para salir adelante. Muchas gracias y mucha fuerza, adelante como siempre. (Aplausos)