Palabras de la Presidenta en Expoindustrial 2008, Avellaneda !
viernes, 29 de agosto de 2008
PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, DRA CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE INAUGURACIÓN DE LA EXPOSICIÓN INDUSTRIAL 2008, DE AVELLANEDA, PROVINCIA DE BUENOS AIRES.
Gracias, muchas gracias, buenas tardes a todos y a todas; señor Gobernador de la provincia de Buenos Aires; señor presidente provisional del Senado; señor Intendente, querido "Cacho" Álvarez; amigos y amigas, que hoy nos acompañan; empresarios: yo cuando recién lo escuchaba a Higinio relatar su vida, su experiencia de vida, alguien que vivió una guerra, alguien que pasó sufrimientos y que hoy con increíbles 80 años sigue al frente de la empresa y queriendo expandirse y creciendo aún más, creo que demuestra eso que él mencionaba como el motor no solamente de los empresarios, sino lo que yo también llamo el motor de la historia: la voluntad, la voluntad de querer transformar, de querer ser mejores, de querer más. Porque en el querer más y en la sana ambición del querer más está la posibilidad de transformación y de crecimiento, que tienen todas las sociedades.
La verdad, que estar aquí, en esta vieja estación de Avellaneda, con los principales empresarios de esta pujante ciudad industrial me ha provocado, hoy, muchas ilusiones. La primera debo reconocerlo, cuando pasé por el stand - lo voy a decir, aunque parezca propaganda, pero yo lo voy a decir - de Durax, la cristalería Durax, una fábrica recuperada que había sido cerrada en diciembre del 2000, fábrica recuperada por sus trabajadores - claro- y puesta en marcha. Me acordé porque los Durax fueron los primeros platos que tuvimos Kirchner y yo cuando nos casamos, me acordé y me hizo emocionar porque esos eran los platos que compramos cuando nos casamos, no se rompían, ¡salvo cuando se los tiraba por la cabeza yo! No, no, juro que nunca le tiré platos, sino en los titulares de mañana sale "la presidenta le tiró platos al ex Presidente". Realmente el esfuerzo de los trabajadores de las fábricas recuperadas, algunos de ellos me pidieron audiencia, ahí están, aquí lo tengo al Secretario de Industria que los va a recibir seguramente la semana que viene, como me pidieron ustedes que los reciban, porque tenemos que ayudar fundamentalmente a seguir incorporando industria, seguir incorporando trabajo a todos los argentinos.
Luego pasé también por una fábrica de sanitarios muy importante, no la voy a decir porque van a decir que estoy haciendo propaganda, pero me contaba su Presidente que en el año 2003 tenían 800 trabajadores, y hoy tienen 1550 trabajadores, casi el doble. Me contaba de cómo han recuperado producción de cómo han incorporado gente.
Higinio, que recién hablaba, y me mostraba con orgullo, cuando pasé por su stand, sus instrumentos de precisión, que exporta a 35 países y que da trabajo ,aquí en la Argentina, a más de 300, y que él con todas sus plantas tiene más de 600 trabajadores, 80 años y quiere seguir trabajando. Estos son los argentinos que necesitamos, estos son los hombres y mujeres que necesita la Patria, para seguir poniendo voluntad, seguir poniendo trabajo.
Hoy también quiero anunciar, aquí en Avellaneda, el crecimiento, seguimos con el crecimiento industrial. Las últimas mediciones del mes de julio nos indican un crecimiento del 9.4 por ciento de la industria, respecto del mismo mes del año anterior, empujados por el crecimiento de todas las industrias, pero fundamentalmente de las metálicas, que son madre de tantas industrias y también de la industria automotriz. (APLAUSOS)
Este es un proyecto de país, un proyecto de país que se jugó a la voluntad de los argentinos de transformar un país que nos gustaba como estaba, porque nos había traído demasiado sufrimiento y demasiada tragedia. Y para terminar el día, no podía ser de otra manera, en ese viejo vagón, que ustedes ven allí -yo no sabía que estaba acá- Perón y Eva Perón recorrían el país sembrando futuro y sembrando patria. La verdad, Cacho, que como final de recorrida no está nada mal. (APLAUSOS)
Me pone contenta ver empresarios con sus trabajadores, ver hombres y mujeres de acá, de Avellaneda, esta ciudad que nació con la industria, con la patria, con los saladeros, con los frigoríficos, que tuvo luchas históricas como las de Lisandro de la Torre por seguir sosteniendo un modelo de país, un modelo de vida que es, precisamente, crear valor a través del trabajo para poder generar riqueza.
Porque además, está la otra parte, la que está atrás de la industria y que son los trabajadores, los hombres y mujeres que recuperaron el trabajo en la República Argentina, que recuperaron las ilusiones, que pueden volver a pensar en el futuro, saber que sus hijos tienen estudio y que vuelva a ser esa Argentina de la movilidad social ascendente.
Ayer, cuando me reunía con el señor Secretario General de la Confederación General del Trabajo y discutíamos, como siempre, el querido compañero Hugo Moyano, que un peso más, que un peso menos con el piso de Ganancias, me dijo algo que me quedó grabado: "Nosotros en el 2003 -decía- no sabíamos lo que era la "tablita" de Machinea" La "tablita" de Machinea es un sistema por el cual pasado determinado piso de salario, el trabajador paga Impuesto a las Ganancias como sucede en todos los países del mundo donde hay un determinado nivel salarial alto. "Ni sabíamos que existía la tablita de Machinea -decía- porque nadie pensaba en aquel momento que un trabajador podía tener un salario que pagara Ganancias".
Esto, más allá de las discusiones que tenemos con los muchachos por el piso, bajarlo o subirlo, revela a las claras la transformación de un país y en qué país diferente estamos. Los trabajadores discutiendo de Impuesto a las Ganancias. Estamos es un país diferente. (APLAUSOS)
Allá en 2003 discutíamos qué hacíamos con el 25 por ciento de argentinos que no tenía trabajo, con los Planes Trabajar, con los que cortaban puentes aquí, en Avellaneda, porque no tenían trabajo y hoy tenemos que discutir otras cosas, porque estas son las cosas buenas de las sociedades democráticas.
Siempre todos queremos más y eso es bueno, porque significa que tenemos expectativas, que somos una sociedad con vitalidad. Pero qué bueno poder estar discutiendo cosas diferentes a las de aquellos tiempos. Esto revela que hemos crecido, que el país ha mejorado y que todos estamos un poco mejor.
Falta todavía velar por aquellos que no han conseguido trabajo o que tal vez no están con un trabajo registrado o que a lo mejor tienen un salario que tampoco es bueno todavía. Pero lo importante es que todos asumamos lo que recién decía Higinio, la voluntad para seguir trabajando, modificando, mejorando las cosas y sabiendo que siempre hay que ir por más, porque esa es la regla de la condición humana y esas son las muestras de las sociedades que están vivas, que son vitales. Estoy muy orgullosa de ser la Presidenta de un país que tiene esa vitalidad y esa voluntad para seguir transformando su historia.
Muchas gracias por el día de hoy porque ha sido de mucho afecto, de mucho cariño y les agradezco a todos y cada uno de los hombres y mujeres que se acercaron a darme un beso, un aliento. A los pibes, a los grandes, a los chicos, gracias, es la fuerza que necesitamos para seguir adelante todos y juntos.
Muchas gracias. (APLAUSOS)
No hay comentarios:
Publicar un comentario